20 mar 2011

El fin del mal vestir

Y al final del último respiro

agrio como los huesos

de la desesperación,

un chillido acuchilla al silencio

y lo lanza al vacío.

Así destrozaron mi corazón,

o algo parecido,

No se si fue golpe o mirada,

en fin, estábamos en un armario,

los otros trajes y yo vistiéndoles en sueños,

mintiendo, engañándonos sin mangas,

sacándonos los ojales de envidia,

y casi al final, respiro el último hueso,

.....me lo pienso.

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