NO TE CALLES EN EL CIELO

Hay gente en el cielo

esperando a que bajes

con tu espada revuelta

con tus versos de sangre

Hay gente en el cielo

esperando a que bajes

y nos lleves con ellos

Hay gente en el cielo

gritando sin ojos,

comiendo arrugados papeles

pisando palabras sin techo,

ensoñando azules farolas

vistiendo hépticos amores

mientras febriles rencores

borran sus juegos celestiales.

Hay gente en el cielo

que quiere bajarse,

que pierde en los juegos,

que odia a sus reyes,

que fuma los duelos,

que esconde las cruces en velos

de luto, de hastío, de suero,

que escribe paisajes de alambres,

en rojos, en negros, en grises enjambres,

de gente que no esta en el cielo.

Si algún día por suerte no – tuya,

me levanto, sonrío,

retiro a pedradas el frío,

apago el tiempo con gritos,

reojeo el verde fundido,

observo tu ausencia en los números

y me entero adonde te has ido,

entonces mandaré mi sueños

en tu busca, y cuando te armen

de palabras te dirán: No te calles en el cielo.